Blanca Muñoz diseña la obra que recibirán los ganadores de los Premios XLSemanal
La cuidadísima pieza en soporte de foam y varillas de acero inoxidable que la artista Marlborough ha concebido en exclusiva para los Premios XLSemanal se entregará a los ganadores en las categorías de Ciencia e Innovación, Valores, Pensamiento y Creación. Será el 15 de junio en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
Blanca Muñoz es una de las grandes escultoras de nuestro país y su trayectoria no ha hecho más que crecer desde que con 26 años empezara a crear sus primeros grabados, trabajo por el que mereció el Premio Nacional de Grabado en 1999. Tras formarse en Roma, México y Londres, regresó a España para consolidar su carrera como escultora. Su obra está presente en museos como el Reina Sofía, las fundaciones Juan March y la Masaveu, y en colecciones particulares de todo el mundo. La artista es además autora de las tres esculturas monumentales de Plaza de España y de la Fuente del Cielo, frente a los jardines de Sabatini, piezas que en cierto modo están relacionadas con la creada ahora para el premio.
Las finas varillas de acero inoxidable son las protagonistas de la pieza. Empezó a usarlas cuando vivía en Londres «sin estudio y sin dinero» y casi obligada a los formatos más reducidos, pequeñas esculturas que colgaba en las esquinas más insospechadas. Descubrió el potencial del hilo de acero y se hizo con el de la máxima calidad, procedente de Japón. Aún conserva parte de esa primera bobina, aunque por suerte ya se distribuye en Alemania, y hasta puede elegir la cantidad de níquel y cromo presente en este metal fundido. Todavía hoy, el acero inoxidable es el material de cabecera de la artista, con el que se siente más cómoda.
Como ha afirmado en una reciente entrevista a XLSemanal «según voy interviniendo el foam, corto la varilla con un alicate; pincho por un lado y atravieso por el otro, y se acaba con un bucle al final y al principio. Puede asemejarse a un cosido» Un cosido que teje los hilos de las cuatro disciplinas que se premian porque «todas están relacionadas en lo básico. Todos queremos tener afinidad con lo más humano de nuestro ser y proporcionar humanidad a todo lo que nos rodea», afirma Muñoz.
Con su obra entregada a los premiados, la escultora desea «compartir lo más auténtico». Por un lado, la luz, «lo que nos conecta, el sol que nos da vida» y, por otro lado, las formas fluidas de sus varillas, que simbolizan el movimiento orgánico en el que estamos inmersos, el de las relaciones humanas, el pensamiento. Como ella misma dice «En la naturaleza no existen las líneas rectas, eso es una invención del hombre para intentar acoplarse a ella».
Las curvas limpias, pero con la rigidez necesaria que les proporciona el acero inoxidable, son su manera de «dibujar en el espacio de forma fluida», un proceso tremendamente exigente que requiere de disciplina técnica, para lograr dar volumen a algo plano.
Muñoz también reivindica su oficio, el del escultor clásico y, aunque no menosprecia apoyarse en las nuevas tecnologías, defiende la labor más artesanal del artista, la de la ejecución cabeza-mano.
Foto: Carlos Carrión. Cortesía de XLSemanal