El legado de la Galería Marlborough y su proyección futura
Lord y Lady Foster han decidido adquirir este emblemático espacio con el propósito de destinarlo a fines educativos y culturales, en línea con el trabajo que vienen desarrollando a través de la Norman Foster Foundation (NFF) y Ivorypress.
Esta adquisición contribuye a la consolidación de una suerte de Campus de la Norman Foster Foundation en el corazón del barrio de Almagro, que incluye los espacios históricos de la Galería Marlborough, dos locales en la calle Zurbarán donde se ubica el Norman Foster Centre for City Science, el Palacete del Duque de Plasencia, sede principal de la NFF, y otro histórico espacio de la escena artística madrileña, cuya adquisición está prevista para este año.
Con esta iniciativa, la familia Foster refuerza su compromiso con la ciudad de Madrid, consolidando un ecosistema de conocimiento, innovación y cultura.
El espacio, diseñado por el renombrado arquitecto neoyorquino Richard Gluckman, acogía la sede en España de la Galería Marlborough, uno de los más importantes referentes en el mundo del arte contemporáneo y, hasta el año pasado, una de las galerías de arte en activo más antigua de Europa. Este legado ha sido un factor determinante en la decisión de la familia Foster de mantener su intangible valor cultural y proyectarlo hacia el futuro.
Asimismo, la continuidad de estos espacios como promotores y dinamizadores de la cultura, el arte y la educación ha sido clave para la aceptación de la propuesta presentada por la familia Foster. Así lo ha destacado Mr. Franz K. Plutschow, Chairman del Consejo de Administración del Grupo Marlborough, quien ha subrayado este aspecto como elemento fundamental para que el Trust propietario de Marlborough se inclinara por su propuesta frente a otras ofertas.
Fiel a su compromiso con la preservación del arte y de la cultura, la NFF asumirá la custodia y protección del archivo documental de las galerías Marlborough en España, un valioso fondo de más de 30 años de historia que abarca miles de documentos y parte de su biblioteca.
Este nuevo capítulo en la historia de la sede de la Galería Marlborough conservará su esencia, enriquecerá el panorama artístico de Madrid y reforzará su relevancia cultural en el contexto internacional.
