La histórica artista brasileña Anna Bella Geiger se incorpora a Galería Marlborough
Marlborough se complace en anunciar la incorporación de Anna Bella Geiger a su lista de artistas representados. Para celebrarlo, la galería le dedicará su primera exposición en Marlborough en su sede de Barcelona. Será entre el 14 de septiembre y el 18 de noviembre de 2023.
Reconocida como una de las artistas más importantes de Brasil, Anna Bella Geiger (Río de Janeiro, Brasil, 1933) pertenece a la primera generación de artistas conceptuales de su país. En su obra, Geiger explora, en clave transdisciplinar, temas políticos, geográficos e identitarios. La variedad de soportes, técnicas y materiales (dibujo, pintura, grabado, fotografía, vídeo, fotocopias, escultura y relieves de cera) y, sobre todo, la aparente diversidad de resultados puede impedir leer un estilo unificado en su obra pero, paradójicamente, esta misma fragmentación revela la base de la unidad de su trabajo.
En 1953 su obra estuvo en la primera exposición de arte abstracto de Brasil, la Exposição Nacional de Arte Abstrata, en Petrópolis, y de 1953 a 1954 estudió con Hannah Levy en la New School for Social Research de Nueva York.
Hacia 1964, Geiger comenzó a desencantarse con la abstracción informal y su trabajo comenzó a reflejar las formas orgánicas del cuerpo en un estilo que el crítico de arte Mário Pedrosa definió como la “fase visceral” de Geiger.
Al hilo de su interés en las políticas de identidad nacional e influenciada por su marido, el geógrafo Pedro Geiger, incorpora en su obra la cartografía y la topografía, motivos que se convertirán en recurrentes en su trabajo. Su interés en la división y redistribución de las tierras de las poblaciones originarias de Brasil y su educación en lingüística, que se convierte en tema central de su obra, lleva a Geiger a utilizar los mapas como un “instrumento político” que le permite explorar las connotaciones de este símbolo geográfico: la propiedad, la exclusión y el poder de la hegemonía.
Ya en 1973, empezó a investigar la función y la naturaleza de la obra de arte. Un buen ejemplo de su creación en esta época es Brasil nativo/Brasil alienígena, de 1977, que trata la identidad multiétnica brasileña y la mercantilización emergente de las culturas indígenas brasileñas. Estas obras, que mimetizan tarjetas postales mostrando a personas indígenas, cuestionan la representación de estas comunidades en Brasil, y por extensión la brasilidade y también cómo estas imágenes reflejan y forman opiniones y políticas en el país. Su interés en temas identitarios y políticos le viene dado en parte por su propia herencia como hija de padres polacos judíos, y sobre esto Geiger ha afirmado que su identidad le ha ayudado a concebir la diversidad.
En los 80, Geiger retomó su interés por la pintura y en los 90 volvió a la escultura multimedia, centrada en formas cartográficas. En 1987, con el crítico y profesor Fernando Cocchiarale escribió Geometric and Informal Abstractionism: The Brazilian Avant-garde in the Fifties, que se convirtió en un texto clave para el estudio del arte contemporáneo en Brasil.
La obra de Anna Bella Geiger ha estado presente desde los años 60 en exposiciones celebradas en museos y centros culturales de todo el mundo, como la Fundación Cartier y el Centre Georges Pompidou en París, y la Barbican Gallery de Londres. Además ha participado en la Bienal de Venecia y, hasta en ocho ocasiones, en la Biennial de São Paulo. Su obra forma parte de las más importantes colecciones de arte del mundo, entre las que se pueden nombrar las siguientes: Museum of Modern Art, Nueva York; Centre Georges Pompidou, París; Victoria & Albert Museum, Londres; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; y Tate, Londres.
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