Riera i Aragó. El viaje silencioso

Nota de prensa

La muestra incluye 7 esculturas, 12 pinturas, 3 obras sobre papel de gran formato y una gran instalación, y supone el regreso
del artista a Madrid tras más de 32 años sin exponer de manera individual en la ciudad. La exposición, ideada como un
recorrido por los temas más recurrentes en la obra de Riera i Aragó, tiene el color dorado, con una fuerte carga simbólica,
como nexo cromático entre todas ellas -bien por la utilización del latón en las esculturas, bien porque este mismo material
es aplicado como collage sobre los cuadros.

Desde principios de los años 80, Riera i Aragó ha establecido una iconografía engañosamente sencilla con resultados
sorprendentemente universales e ineludibles. En esos años revela su interés por los fondos marinos y el espacio exterior como
territorios míticos todavía desconocidos por el hombre, además de desarrollar todo su lenguaje inspirado en el mundo de los
submarinos: aviones, barcas, hélices, ruedas… Ingenios que permitirían un viaje imaginario a esos mundos inexplorados.
Este rastro de la máquina ha sido desde entonces un claro hilo conductor a través de su obra. Cada máquina que crea,
independientemente del medio, evoca, sin patetismo o condescendencia, una visión compresiva de la humanidad.

Los aviones se despliegan ingrávidos por el espacio del cuadro, o se afirman con la verticalidad de sus hélices como tótems
actuales. Encontraremos esculturas en latón fundido, así como la pieza central de la exposición, Avión de madera sobre dorado,
construido con fragmentos de maderas muy antiguas: partes de un artesonado nazarí del siglo XIII, los restos de un mueble de
roble del siglo XVI y unas vigas de pino de melis del siglo XVII. Todos ellos reflejan la pátina de los siglos, que se contrapone
a una base impoluta y dorada que el tiempo irá cargando de memoria.

Las barcas, figura representada en todas las formas desde las más antiguas civilizaciones, nos ofrecen -con una delicadeza
extraordinaria en su aparente y serena quietud- una potente carga imaginaria, bien como portadoras de un tesoro esencial y
mágico, bien como vehículos de otros artilugios en su tránsito hacia el territorio utópico de la imaginación.

Los submarinos, presentes en la obra de Riera i Aragó desde el año 1983, se han convertido con el tiempo en una de sus figuras
más icónicas, mostrándose a lo largo de los años en las más diversas formas, técnicas y procedimientos. Esta exposición cuenta
con dos significativas muestras: "Submarino dorado vertical", en el que el trabajo de fundición del material aporta la máxima
expresividad a la textura y al color, y la trascendental obra "Orange Submarine", del año 2007, estandarte de la serie "Especies
protegidas", que con sus 2.021 pequeños submarinos conforman un gran submarino. La obra, tras ser expuesta en diversos
museos de Europa, se presentará en un espacio reservado de la galería.

Las obras de Riera i Aragó son esenciales para la comprensión de algunos de los emblemas más característicos de nuestro
tiempo, donde los aparatos y artefactos en general y su relación con la naturaleza o los valores de la ecología están siempre
presentes. Sus esculturas y pinturas han acabado por configurar una cartografía de mundos fantásticos y máquinas imposibles
que, lejos de ser una ilusión, se muestran extrañamente tangibles en un viaje de ida y vuelta de lo real a lo imaginario. Josep
Riera i Aragó ha expuesto en galerías de todo el mundo. Cuenta con importantes retrospectivas como las del Städttische Museen
de Heilbronn, en Alemania; el PMMK Museum vor Moderne Kunst de Ostende y la Fondation Folon de la Hulpe, en Bélgica;
la Fondation Vincent Van Gogh de Arles, el Musée d’Art Moderne de Céret, el Musée de Collioure y el Musée d’Art Moderne
André Malraux MuMa de Le Havre, en Francia, así como con la realización de esculturas públicas en ciudades como Barcelona,
Figueres, Nishinomiya (Japón), Mesen (Bélgica), o Roosendaal (Países Bajos). Riera i Aragó (Barcelona, 1954) expone ahora en
la galería Marlborough de Madrid una muestra de sus trabajos más característicos de escultura y pintura.